viernes, 21 de marzo de 2008

b. Zuluaga

Desde ahora descansará mi arco,no más flechas de guerra
en los atardeceres solos.No más la inútil impaciencia
de rogar un verano,ni las manos a tientas
buscando recelosa mi propia piel.Devuélveme en tu rostro
la verdad de mis ojos
y empieza a recorrer mi sangre,en un solo latido,como cuando se piensa un hijo.
Dame el asombro renovado
de tu palabra y también
el silencio que clausura la angustia.

ggggggggggggggggggggggggggg

No hay comentarios: