en joderse a una mujer
a la que le importa tres cojones.
Te enciende la sangre...>>
Y luego,
después de un momento de reflexión:
<<¿Te imaginas cómo sería,
si tuviera el más mínimo sentimiento?>>
-Afuera llueve- dice el cronopio. Todo el cielo. -No te preocupes- dice el fama. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos. Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil.
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