Y si no existe más que un todo
Si el sol no cambia más sus gamas
Si retumban esos coros,
Será que hay que cambiar la espera
Y sentir lo que es morir, y renacer Y sentir lo que es morir, y renacer Y sentir lo que es morir,
y renacer
-Afuera llueve- dice el cronopio. Todo el cielo. -No te preocupes- dice el fama. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos. Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil.
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